El misterio de la profecía - Capítulo 1
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El misterio de la profecía - Capítulo 1
El misterio de la profecía
CAPÍTULO 1 [La Profecía]
Era una mañana despejada y soleada, una joven dormía plácidamente en su cama abrazada a una almohada, su pelo castaño claro casi rubio estaba desparramado sobre la otra almohada donde se situaba su cabeza.
-E L I A N-A-Gritó una voz en su cuarto haciéndola incorporarse rápidamente en la cama.
-¿Qu... qué pasa?-Preguntó frotándose los ojos.
-Vas a llegar tarde dormilona, has quedado con tus amigos-La madre de Eliana comenzó a abrir las cortinas para dejar entrar la luz del sol, esta observó a su madre con media sonrisa. Adoraba a su madre más que cualquier cosa, desde que su padre había muerto años atrás su madre había soportado todo el peso de la casa y de la familia en sus hombros, sin duda la admiraba.
-Oh cierto-Saltó de la cama y se marchó casi a las carreras al baño.
-No corras que te caes-Gritó su madre a sus espaldas, Eliana soltó una risita entrando al baño y cerrando la puerta.
-Todo controlado mamá-Gritó, escuchó la risa de su madre amortiguada por la puerta.
-Nunca cambiarás-Eliana sonrió levemente, sí, sin duda adoraba a su madre. Se lavó la cara, se cepilló los dientes y salió del baño semi bailando y cantando.
-Mierda, llegaré tarde y se enfadarán conmigo-Se vistió con rapidez y bajó las escaleras de dos en dos. Cogió de uno de los armarios su skate.
-¿Ya te vas?-Su madre asomó la cabeza desde la cocina.
-Sí, antes de que estos me maten-Soltó una risa a la que su madre se unió.
-Ve con cuidado ¿vale?-Eliana asintió y se marchó montándose en el skate. Le encantaba salir a la calle por la mañana y mirar el paisaje, un paisaje que su padre le enseñó a amar y valorar.
-Buenos días Eliana-Susurró una mujer a su lado, ella le sonrió y le devolvió el saludo.
-Buenos días-Siguió su rumbo con el skate saludando de cuando en cuando a la gente que la saludaba. Entonces presenció a lo lejos como un grupo de chicos golpeaba a uno más joven que apenas podía defenserse.
-Eh vosotros, ¿qué creéis que hacéis?-Preguntó bajándose del skate, poniéndoselo bajo el brazo y corriendo donde el chico.
-Tú no te metas nenita-Dijo uno, Eliana empezó a enfurecerse y le soltó un puñetazo a uno, el muchacho tambaleándose cayó hacia atrás acabando sentado de culo, de su nariz salía bastante sangre.
-NO VUELVAS A LLAMARME JAMÁS NENITA-Le gritó poniéndose frente al chico que tenía bastantes heridas. El chico herido se levantó con dificultad y junto al otro se marcharon corriendo. Eliana se giró mirando de frente al chico que se encogía de hombros y miraba al suelo-¿Estás bien?-El joven levantó su mirada levemente.
-Gracias, muchas gracias-Comenzó a sollozar, Eliana sonrió amablemente.
-No tienes que darlas, pero a la próxima ten cuidado ¿vale?-El joven asintió levemente.
-Tú eres un ángel-Eliana soltó una risita y le revolvió el pelo al muchacho.
-Y tú eres muy amable-El chico se despidió besándole la mejilla a Eliana y echándose a correr luego. Observó al muchacho alejarse hasta que desapareció de su vista, luego ella misma comenzó a caminar hasta el parque donde había quedado con sus amigos.
-Eliana por fin-Dijo una chica con los brazos cruzados.
-Lo siento Carol, estaban unos macarras golpeando a un niño-Carol se cubrió la boca con la mano.
-¿Y el niño está bien?-Eliana asintió sonriendo.
-Por suerte no fue nada grave-Carol suspiró de alivio.
-Gracias a dios, debió sentirse muy asustado-Carol cambió su cara preocupada a una sonriente.
-Sin duda, pero he entrado en acción para defenderle-Eliana soltó una risita poniendo el skate en el suelo y sentándose encima.
-Como siempre, la justicia y tu-Un chico se acercó a ella con las manos en los bolsillos.
-Y tú siempre tan borde Alex-Él solo soltó un resoplido como si no le importase.
-Vamos chicos relajación estamos aquí para pasar el rato-Carol se metió entre Eliana y Alex para calmar los ánimos.
-Tú no deberías estar metiéndote en medio Carol-Ésta levantó la vista al sentir un codo sobre su hombro.
-Llegas tarde Sergio-Eliana escuchó la risa de Sergio.
-Lo se, pero quería darle emoción al asunto-Todos empezaron a reírse por lo bajo, Eliana observó a sus amigos con una sonrisa, eran los mejores. Carol era bajita, de pelo negro y ojos azules, era sumamente delgada y era realmente buena persona. Alex era alto, de pelo castaño y ojos verdes, era el más borde del grupo. Sergio era alto incluso más que Alex, de pelo rubio y ojos azules, era el payasete del grupo. Y Eliana...ella era bajita, de pelo castaño claro casi rubio y ojos azules y expresivos y además era la líder del grupo y la imprescindible, todos la adoraban.
-Bien, hora de dar la lata por ahí-Eliana se levantó del skate de un salto, se lo puso bajo el brazo y comenzó a caminar siendo seguida por sus amigos. De pronto le empezaron a venir imágenes extrañas a la cabeza, veía columnas griegas en el suelo, personas con ropa extraña preocupadas, sonidos aterradores. Sacudió la cabeza levemente para quitarse las imágenes pero más acudieron a su cabeza de nuevo, esta vez eran diferentes: veía sangre, gente herida, extraños seres y las personas anteriores.
Eliana se sujetó a la pared jadeando de la impresión, sus amigos la miraron preocupados.
-Eliana ¿estás bien?-Carol le puso una mano en el hombro, Eliana la miró levemente y asintió.
-Sí, no es nada, me he mareado un poco-Dijo sonriendo falsamente, en el fondo sabía que eso no era cierto, había visto cosas muy extrañas como si de visiones se tratase. Decidió no contárselo a nadie puesto que no la creerían. Cuando se recuperó pasó toda la mañana divirtiéndose con sus amigos como si nada hubiese ocurrido olvidándose de las visiones. Llegó a casa completamente agotada, comió con su madre y se marchó a su cuarto quedándose dormida.
-Zeus esto se pone cada vez más peligroso-Atenea miró a su padre preocupada portando una brillante armadura de oro.
-Lo se Atenea, pero solo podemos esperar-Dijo Zeus agarrándo con fuerza uno de sus rayos.
-¿Esperar?, ¿Esperar a qué?-Preguntó.
De pronto Eliana se incorporó en la cama sudando y jadeando. Intentó calmarse inútilmente, se levantó de la cama y se puso a andar de un lado para otro.
-¿Qué diablos me pasa?-Preguntó para si misma pasándose una mano por el cabello.
-Eliana, cielo, ¿estás bien?-Su madre tocó a la puerta con suavidad, Eliana giró la cabeza.
-Si mamá, estoy bien-Dijo en un susurro.
-De acuerdo, estaba preocupada-Eliana sonrió cansada.
-Lo se mamá, pero estoy bien-Oyó un suspiro de alivio amortiguado por la puerta.
-Bien, vuelvo abajo entonces-Dijo su madre.
-Vale, te quiero mamá-Dijo sonriendo.
-Y yo a ti cariño-Escuchó los pasos de su madre alejándose por el pasillo. Eliana dejó de sonreír, por supuesto que no estaba bien pero no quería asustar a su madre, esas visiones y ese sueño la habían dejado preocupada, confusa y asustada. A medida que pasaban los días las visiones y sueños se fueron haciendo cada vez más frecuentes y Eliana ya no sabía que hacer ni a quien acudir. Mientras veía la televisión saltó un anuncio sobre una adivina, se levantó de un salto y apuntó la dirección en un papel y luego sin decir nada se marchó de su casa rumbo a la adivina.
Llegó a una casa en ruinas y frunció levemente el ceño, era imposible que una adivina pudiese vivir allí.
-Esto es ridículo-Susurró y se dispuso a marcharse, pero el sonido armonioso de una lira la hizo detenerse, giró la cabeza y se dio cuenta de que el sonido provenía de la casa. Se acercó con cautela y llamó a la puerta con cierta inseguridad. El sonido de la lira cesó bruscamente.
-Adelante-Gritó una voz, Eliana abrió la puerta lentamente y entró en la casa con cautela-Sin miedo niña, adelante-Eliana apuró el paso hasta dar con la anciana que le había cedido el paso.
-Hola...quería preguntar una consulta-Eliana entrecruzó las manos por delante de ella con nerviosismo, la anciana la miró con una cálida sonrisa.
-¿Por qué no te sientas y me preguntas?-Le dijo con suavidad, Eliana se sentó en uno de los mullidos sofás de la casa de la anciana.
-La lira emite un sonido hermoso-Confesó Eliana con timidez mirando la lira que descansaba sobre una mesa de madera de roble.
-Sin duda, las liras producen un sonido realmente hermoso-Admitió la anciana-Pero tu no estás aquí para admirar mi lira ¿verdad?-Preguntó sobresaltando a Eliana.
-Verá últimamente me han estado pasando cosas muy raras-Dijo frunciendo el ceño levemente, levantó la vista observando un cuadro de una lechuza pintada, Eliana se asombró de la belleza.
-Me halaga que admires la belleza de mi hogar, pero hay algo que te preocupa ¿qué cosas raras?-Preguntó cálidamente, Eliana se acomodó mejor en el sofá, se colocó un mechón de cabello tras la oreja y suspiró.
-He tenido visiones extrañas, columnas griegas destrozadas, personas con ropajes extraños, una mujer con una armadura de oro, seres espeluznantes, sangre, gente herida. Estoy asustada-La mujer cerró los ojos asimilando lo que Eliana le contaba, luego al cabo de unos segundos los abrió mirándola con una sonrisa.
-Tienes alma de líder, eres estratega y adoras la justicia-Comentó la mujer, Eliana abrió la boca y cerró la boca sorprendida-Pero no es eso lo que voy a decirte, escucha atentamente-La mujer la miró seriamente y a Eliana le recorrió un escalofrío de puro miedo.
-¿Qué es lo que me ocurre?-Preguntó mirándola preocupada, la anciana sonrió levemente pero luego se puso seria.
-En el día de la cuarta luna llena, los espectros oscuros se levantarán y los dioses despertarán de su letargo-Dijo la mujer con una voz que no parecía ser suya. Eliana se asustó aún más.
-¿Qué significa eso?-Preguntó mirando a la anciana.
-Confía en tu corazón, sabrás encontrar la respuesta a la profecía. Eres la portadora de la esperanza, busca a once personas como tú antes de que sea demasiado tarde-La anciana se levantó y Eliana también.
-No entiendo nada-Se pasó una mano por el cabello asustada.
-No tengas miedo, solo confía en ti-Dijo la mujer tomándola de las manos, Eliana asintió levemente y soltando sus manos se marchó de la casa de la mujer.
-Pronto despertaréis señores del Olimpo, recobraréis la gloria de antaño. Atenea te has manifestado muy rápido, tu corazón es realmente fuerte-Susurró la mujer con una sonrisa.
Eliana caminaba rápidamente, estaba asustada y confusa, no entendía esa profecía pero tenía que tener fe, "Busca a once personas como tú antes de que sea demasiado tarde" Eso le había dicho la mujer, pero ¿cómo iba a encontrar a personas como ella si no lo sabía? "Confía en ti" No, no confiaba en ella misma, estaba demasiado aterrada como para confiar. Se marchó a casa y sentándose en el sofá se puso a pensar en lo que haría. Sí, buscaría a once personas igual que ella y las encontraría, no podía rendirse. Y con esta revelación se marchó a su habitación a preparar las cosas para marcharse. Esa misma noche se iría de casa y descubriría que era lo que ocurría.
Patri90- VIP
- Inscripción : 10/11/2012
Mensajes : 29
OMG
KORNVJNFRO porque me dejas asin :''( eres *-* me encanta y el nombre de la prota mola :3 y el toque de skate, sigue asi porque lo hace muy bien!
Lucky- Nivel 1
- Inscripción : 31/08/2013
Mensajes : 45
Re: El misterio de la profecía - Capítulo 1
+1, Cómo digo eres una diosa de la escritura *-* ami sinceramente me has dejado con la intriga, aver qué pasa con esas 11 personas
Aviso: patri se merece un +1 todos aquellos que lean este posts, con ese +1 a ella le animais cada vez más y poder seguir escribiendo
Aviso: patri se merece un +1 todos aquellos que lean este posts, con ese +1 a ella le animais cada vez más y poder seguir escribiendo
Jose89- VIP
- Inscripción : 10/11/2012
Mensajes : 96
Re: El misterio de la profecía - Capítulo 1
Meencnta +1 *-* No pares sigue sigue!
Uken- VIP
- Inscripción : 17/10/2012
Mensajes : 643
Re: El misterio de la profecía - Capítulo 1
Mui interesante esta bastante bien xddd aunque se me quedo cortillo... xdddddddddddddddddd te deja con ganas de masssss
Xavi- Nivel 1
- Inscripción : 31/05/2013
Mensajes : 19
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